domingo, 21 de junio de 2009

0 La publicidad en los medios digitales y analógicos

Las tecnologías digitales han transformado radicalmente nuestra forma de relacionarnos, de aprender, de consumir y de comunicarnos. Nuestro modo de vida está mediado tecnológicamente y cualquier ámbito de nuestra sociedad está etiquetado con el tag “electrónico”. La administración, el gobierno (Obama es buen ejemplo), el aprendizaje, el trabajo, la asistencia sanitaria o el comercio son ahora nuevos espacios electrónicos de socialización y actividad humana.

Este cambio ha promovido la construcción del nuevo modelo comunicativo de la sociedad digital, basado en la interactividad emisor-receptor, hablándose ya de una revolución digital o revolución interactiva y comparándose en relevancia y trascendencia a la Revolución Industrial. Sin embargo, tal vez carezcamos de la suficiente perspectiva histórica y sea pronto aún para analizar y valorar la importancia y repercusión de todos estos cambios.

De lo que no cabe la menor duda es de que estas tecnologías están profundizando aún más las desigualdades e inequidades entre países ricos y países menos favorecidos e introduciendo un nuevo factor de verificación de desarrollo económico de las sociedades contemporáneas. Los “infopobres”, frente a los “inforricos”, suponen la mayor parte de la humanidad y, antes de invertir en la creación de infraestructuras para el mundo digital, deben hacer frente a otras prioridades de desarrollo humano y satisfacer de forma urgente las necesidades básicas de la población en el ámbito de la alimentación, sanidad, alojamiento, educación o saneamiento.


Resulta curioso leer ahora, diez años más tarde, los discursos de los defensores de la iniciativa privada y del libre mercado en el ámbito de las tecnologías, después del estallido de la burbuja tecnológica a principios del siglo XXI y la macro crisis económica y financiera que estamos viviendo actualmente. Sus palabras se desvelan ahora claramente como un intento de confundir refiriéndose a las necesidades básicas de la mayoría de la población cuando en realidad quieren decir beneficios económicos de unos pocos, o enfrentando la soberanía nacional con la libertad individual, cuando en realidad de lo que hablaban era de libertad de flujos financieros, especialmente hacia paraísos fiscales.

En el próximo post veremos las diferencias y similitudes entre ambos paradigmas.

0 comentarios: